Decrecimiento

California, post-colapso

Reportaje de Agnès Sinaï *

vendredi 27 novembre 2009, par Agnès SINAï

Estos ya no son tiempos de milagros tecnológicos, sino de preparación de las comunidades humanas a la crisis económica y al decrecimiento inevitable. Algunos californianos lo saben y ven el collapse [1] tanto que hasta difunden uncrash programs [2]. No hace falta ser clarividente para anunciar el colapso, puesto que ya ha comenzado.

En primer lugar, las cifras de la deuda estadounidense : 48 billones de dólares. Proporciones nunca alcanzadas incluso en 1929. Una terra incognita de la economía desbocada. En California, el gobernador Arnold Schwarzenegger anunció en junio de 2009, la quiebra del Estado, cuyo déficit presupuestario alcanzó 26,3 milllardos de dólares en julio de 2009 (18,5 millardos de euros). Schwarzenegger ordenó el cierre de varios servicios públicos, tres días por mes, hasta junio del 2010. El fisicoculturista super héroe Conán el Bárbaro y Terminator ha optado por la liquidación de los programas de educación en lugar de aumentar los impuestos en el estado más rico de los Estados Unidos. Las medidas drásticas previstas por el
« Governator » conllevan el despido de cinco mil funcionarios y la reducción del gasto en educación de cinco millardos de dólares. Entre los recortes propuestos en el gasto estatal hay, además de la privatización de las cárceles, la abolición de los subsidios a las familias pobres y el cierre de decenas de cuarteles de bomberos.

Veamos, las cifras de la energía. La economía de EE.UU. consume 21 millones de barriles de petróleo por día —o 7,6 millardos de barriles por año— un cuarto del consumo mundial de petróleo. Sin embargo, a corto plazo, la Agencia Internacional de Energía anuncia que faltarán 12,2 millones de barriles por día en 2012, la creciente demanda mundial de petróleo no podrá ser satisfecha debido a la baja de producción de la mayoría de los pozos. Estos bajan en un promedio de un 6,7% por año, lo que significa que cada dos años y medio, se requerirá el equivalente de la producción de Arabia Saudita en su totalidad compensar este declive.

¿ Hasta cuándo se va a poder aguantar este desequilibrio ? ¿Hasta cuándo se seguirá caminando al borde del abismo sin caer ? ¿Cuántos trimestres quedan ?

Según el Global Europe Anticipation Bulletin, que había predicho el colapso del sistema financiero internacional en 2006, las bombas no han terminado de explotar. A escala de los Tiempos Modernos, la apoteosis del capitalismo habra finalmente sido breve : auge a partir de los años cincuenta, el liberalismo sin trabas en los años 80, concluyendo con la desregulación financiera en la actualidad. Pero en ese corto lapso, el sistema deja una deuda enorme, un mega accidente, un credit crunch, tanto económica como ecológicamente. La disociación entre capitalismo financiero y su base de supervivencia se ha vuelto más pronunciada. Y las soluciones propuestas por los planes de recuperación aquí y allá, giran todos más o menos en torno a las mismas viejas recetas, distintas maneras de tratar el mal con el mal : rescatar a los bancos para reactivar el consumo y volver al estado anterior, un retorno a un "ciclo normal" de crecimiento, con el productivismo y el consumismo. Como si la base de la vida y el tejido social pudieran seguir apoyando indefinidamente el consumo perpetuo y la deuda, sin ningún tipo de proyecto existencial ni político. Sin embargo, y esta "crisis" lo muestra, la supervivencia del propio capitalismo supone que todas las instancias de la sociedad y la naturaleza no estén gangrenadas por la deuda.

Desde su huerto recóndito en uno de los magníficos valles de la provincia de Sonoma, a unos sesenta kilómetros al norte de San Francisco, David Fridley, especialista en energía del Lawrence Berkeley National Laboratory después de haber sido un ejecutivo en la industria petrolera, observa las convulsiones impensadas del sistema de energía de los EE.UU. Estamos presenciando, según él, la primera etapa de un colapso catabólico [3]. El colapso es, en la imaginación colectiva, comúnmente percibido como un fenómeno brutal acompañado por consecuencias desastrosas. Ahora bien, un colapso catabólico es un proceso, algo que ocurre con el tiempo, no es un evento repentino. Es un fenómeno de cambios percibibles, sin embargo la capacidad humana de amnesia le permite olvidar cómo fue el mundo hace un año. Estamos entrando en una época que nos reserva situaciones nunca antes experimentadas. A comparar a la aparición de un cisne negro, metáfora de lo inesperado. Y lo inesperado ocurre con más frecuencia que lo esperado. Lo mismo con el pavo de Navidad : para el pavo la Navidad es el cisne negro, es lo completamente inesperado. En Navidad, el pavo no espera ser comido. Lo mismo para los seres humanos.

« Nuestros sistemas en su conjunto están bajo presión, tanto que a la larga una ruptura es posible », dice David Fridley. ¿Cuándo ? Nadie lo sabe, pero entramos en una zona roja. La crisis financiera está intrínsecamente ligada a los precios de la energía : siete mil millones de barriles terminarán por faltar cada año. La oferta se reducirá. La baja del combustible es temporal, pero hemos llegado al pico. E incluso si, en diez años, la mitad de nuestros motores fueran eléctricos, no sería suficiente para reducir la demanda de combustible. La complejidad de una sociedad es proporcional a la cantidad de energía de la que depende. El petróleo es un líquido mágico, un garrafón puede dar tres días y medio de energía. Sin hablar de las máquinas, todas las máquinas que funcionan con lubricantes sacados del petróleo. Una vez alcanzado el máximo de producción de combustibles fósiles, el mantenimiento de nuestra complejidad se ve amenazado. La producción de alimentos en los Estados Unidos consume el 30% de la energía del país. Y vale mencionar el extinguimiento de las especies relacionadas con la pesca intensiva, por ejemplo. En 2009, la pesca del salmón fue prohibida, por segundo año consecutivo, en la bahía de San Francisco. Unos 2 200 pescadores perdieron sus puestos de trabajo [4]. Los salmones, que tienen ya dificultades para encontrar suficiente alimento en las aguas recalentadas del Pacífico, regresan a desovar en los ríos del país donde sus hábitats son destruidos por la industria y las represas.

A David Fridley lo toman por loco. Ha trabajado con algunos expertos en la redacción de la San Francisco Peak Oil Resolution. Se encontró con la negativa de dirigentes políticos, que no ven la urgencia de cambiar todo esto. La resolución fue aprobada por el Consejo de la Ciudad de San Francisco en abril de 2006, la primera « Peak Oil Resolution » de una ciudad norteamericana. Fue aprobada por unanimidad. Un grupo de trabajo o task force ha presentado su informe en marzo del 2009. Hace un llamado a generalizar el transporte público y a eliminar los subsidios para la infraestructura de automóviles. La adaptación de San Francisco al transporte público será menos difícil que en otros lugares. La ciudad es un puerto, se puede viajar por mar o por transporte público, a diferencia de Atlanta, donde es imposible vivir sin un coche. Las recomendaciones de la task force ponen de relieve la autosuficiencia en alimentos de la ciudad. Se instalarán por toda la ciudad puestos de venta, a precios baratos, de compost o abono natural, de semillas, así como agua en tanques. Debemos estar preparados para ver la subida de los precios en los alimentos, puesto que dicho precio va aparejado con el de la energía, según el informe, co-escrito por David Fridley. ¿ Será esto lo que va a pasar ?

Para la alcaldía de San Francisco, al igual que otras ciudades, todo gira en torno al cambio climático y las emisiones de gases a efecto invernadero, como si estos problemas se encontraran fuera de una cadena sistémica, dice David Fridley. La ley climática AB 32 estipula que California debe reducir sus emisiones en 2020 a su nivel de 1990, o sea una disminución del 25%. Pero, ¿qué será de las empresas industriales en 2020, cuando el mundo haya pasado el pico de energía de combustibles fósiles y que éstos sean más caros ? ¿Con qué tecnologías y qué energías se crearán alternativas al carbono ? Estamos en un cuento de hadas, una storytelling [5] estupefaciente. No vamos a conseguirlo con el cambio de bombillas, cuando hay que cambiar del todo nuestro comportamiento dice David Fridley. Las ilusiones van a convertirse en desilusiones. Estamos enfrentando un problema estructural fundamental, vinculado con los imperativos del crecimiento, reflejado por los medios de comunicación, que no están diciendo la verdad. Tom Friedman, columnista de The New York Times, antes de marzo de 2009, seguía sugiriendo que podríamos mantener este estilo de vida. Esto es una aberración. Estamos montados en un vehículo lanzado a toda velocidad hacia un barranco, con el pie hundido en el acelerador, pero sin encontrar el freno. En los Estados Unidos, la mayoría de los anuncios provienen de la industria automotriz. Los medios de comunicación no pueden atacarse al problema, ya que dependen de la publicidad. El agotamiento de los recursos sigue siendo un tabú en el imaginario colectivo. Michelle Obama ha abierto un jardín en la Casa Blanca más para alentar a las personas obesas a cambiar su dieta, que para mostrar la importancia de crear circuitos cortos, y aprender a cultivar verduras, pero también bajo la presión de los ciudadanos localistas de redes, tales como Food Not Lawns, que abogan por la creación de grupos locales de trueque de semillas. El problema básico, que surge del hecho de que el circuito de la industria de alimentos en los Estados Unidos consume el 30% de la energía del país para producir la comida basura o junk food, no es revelado por el jardín de la Casa Blanca. Aún así es un símbolo alentador, aunque la otra fuente de beneficio para los grandes grupos agro-alimentarios, el etanol de maíz, no es cuestionada a pesar de su desastroso balance de energía y su impacto ambiental. El Presidente Obama cuenta con la próxima generación de biocarburantes, pero no hay nada detrás.

Estrategias locales de resiliencia y desilusión de Tecnológica

A unos veinte kilómetros al sur de San Francisco, cerca de la Silicon Valley, la star up Solazyme Inc está persiguiendo un nuevo sueño. Después del boom de los semiconductores, se activan centenares de laboratorios en la búsqueda del Grial del siglo XXI : un combustible sintético a partir de microalgas, tan poderoso como los combustibles fósiles. El co-fundador y presidente de Solazyme, Harrison Dillon se enorgullece de ser « la única compañía de biotecnología que ha elaborado un combustible con propiedades microbianas equivalentes a las del petróleo ». El proceso sigue siendo misterioso y Harrison esquiva : es una técnica de transgénesis basada en microbios genéticamente reconstituidos. Aquí entramos en el reino de la tercera generación de « biofuels » autogenerados. A finales del 2008, Solazyme anunció que había elaborado un combustible sintético capaz de hacer volar aviones, combustible para aviones derivados de microalgas con todos los criterios de estabilidad en vuelo a gran altitud. El objetivo de Solazyme, que ha recibido 75 millones de dólares de inversores en capital riesgo, es de convertirse en una compañía de « combustibles renovables », gracias a una tecnología que puede reconstruir, en una semana de proceso, la descomposición de algas que se ha tomado decenas de millones de años. A raíz de una operación que evoca la alquimia, ya es posible, según Harrison Dillon, acelerar la fermentación del fitoplancton mezclándolo con residuos de madera y otros materiales de celulosa que se utilizan para el engorde en digestores industriales. En ese ambiente cerrado, no es necesaria la fotosíntesis, artificialmente inducida por la manipulación genética. Las algas se transforman en aceite, combustible a veces, a veces para fines de alimentación o para la industria química.

La frontera con el oro verde perpetuo aún está lejos. Independientemente, es tanto una tecnología como una mitología colectiva, a la que todas las personas quieren creer, o casi. Para David Fridley, « la energía es verdaderamente renovable sólo si es ella misma la que alimenta el ciclo de fabricación. La energía suministrada debe ser capaz de cumplir todos los pasos anteriores para su fabricación propia. Hasta que no llegamos a este resultado, las alternativas no son realmente alternativas, son sólo complementos ». Ahora bien, los biodigestores, que estén en espacios cerrados o abiertos, requieren grandes cantidades de energía para simplemente hacer circular miles de metros cúbicos de agua, ya sea para cubrir la instalación, ya sea mantener la temperatura constante o para evitar la evaporación cuando se hace el proceso en el desierto. Y recuerde que el principal usuario de la electricidad en California es la estación de bombeo, que transporta agua del norte de California hasta el Valle de Los Ángeles, cruzando las montañas de Tehachapi. Al contemplar los huertos y viñedos, David Fridley, auto-productor de frutas y verduras en su jardín del Edén, está preocupado por la capacidad de « amnesia espacial y ambiental » de sus contemporáneos que no perciben la vulnerabilidad de todo el sistema energético, del que también depende de la producción de alimentos.

Hace doscientos años, la biodiversidad en esta región de California era fabulosa. Estamos en Petaluma, unas cincuenta millas al norte de San Francisco, en la provincia de Sonoma plantada con viñedos perfectamente alineados que alternan con praderas de un verde fosforescente. Hace doscientos años, el cielo estaba negro de pájaros, y las montañas pobladas por osos pardos. Esta extraordinaria biodiversidad ha desaparecido, pero fue reemplazada por un gran número de personalidades visionarias. Apasionado por la permacultura [6], Trathen Heckman, cuenta con unos treinta años y mucho entusiasmo, vive con su esposa en una casa en Petaluma, donde convirtió el césped y el patio trasero en un jardín exuberante. Consciente de que viven un momento crítico en la historia humana, expresa su sorpresa de que los árboles continúan creciendo en este planeta, a pesar de la utilización insostenible de los recursos. Según él, hemos perdido la brújula, el sentido de la interdependencia vital de los seres y las cosas. Todo está separado, están fragmentadas nuestras conciencias. Su asociación, Daily Acts trata de rehabilitar un cultivo que sea respetuoso con lo que rodea al ser humano y las redes de la vida... Encantado y emocionado, Trathen nos guía por su jardín, aparentemente espontáneo, pero ideado de acuerdo con un diseño de permacultura. « Esta es una planta que acumula los nutrientes, aquí es una semilla que siembro y se dispersa en 50 semillas...Hay mucha complejidad en las interconexiones de la vida. Se aplica la ciencia de la ecología a nuestros jardines y a nuestras mentes, y cuando entendemos que podemos imitar la naturaleza como estrategia para hacer crecer nuestro jardín y plantar árboles con el fin de asociarlos con otros, es una ganancia para nosotros. Esto no es una mala hierba es mucho más ». Hay poco más de 1.000 diseñadores de permacultura en el mundo... tratando de entender cómo funciona la naturaleza, y este sistema se puede implementar en cualquier lugar, incluso en un desierto o en un campo de refugiados. Las ciudades en transición están arraigadas en la permacultura. Quinientos kilogramos de alimentos fueron producidos por este jardín el año pasado. Todas las flores son comestibles. Grosella, kiwi, ciruela japonesa, champiñones, perejil, guayaba, uvas, manzanas, frijoles, caléndula, crisantemo comestibles, naranja, limón, nectarinas, melocotones, almendras, caquis, patatas, y doscientas variedades de plantas medicinales crecen en los suelos enriquecidos del compost recogido en restaurantes de la ciudad y protegido por una capa de virutas de madera. En la colmena, las abejas se activan. Todas las aguas negras se recuperan. Trathen cree que sería mejor que el gobernador de California, en lugar de apoyar el green bling que no se dará, utilizara la petroquímica para construir tanques de recolección de agua.

Co-fundador de Post Peak Life, una estructura de asesoría de políticos y de individuos, Andre Angelantoni nos recibió en un café de San Rafael, un pueblo ubicado cerca de San Francisco. No cree en la tecnología "cornucopiense", que pretende reproducir el cuerno de la abundancia. Por razones meramentes termodinámicas y económicas. La ciencia y las start up de la Silicon Valley nunca podrán sustituirse a los combustibles fósiles en un tiempo relativamente corto, a precios competitivos y en cantidad suficiente. El « crash » es inevitable, y ya se manifiesta de manera perceptible « Nos enfrentamos a una serie de problemas mundiales —financieros, la energía, el clima— que ya han alcanzado proporciones tales que sus efectos no pueden ser evitados. Cada nuevo problema se añade al anterior. Es como si viviéramos más allá de nuestras posibilidades y nos diéramos cuenta de que las arcas están vacías », explica André Angelantoni, que propone un recorrido —« uncrash course »—, une formación a las estrategias de resiliencia personal, de adaptación y reducción energética para hacer frente al colapso. Explica a los dirigentes de los fondos de inversión que cuando los precios del petróleo pasen de 50 a 100 dólares por barril dado que los Estados Unidos consumen siete mil millones de barriles por año, el costo adicional será de 350 millardos de dólares, o 50 dólares más para cada uno de los siete millones de barriles. Serán 350 millardos de dólares más que el estado deberá asumir de forma mecánica. Lo que equivale a la mitad del monto del plan de reimpulso económico total puesto en marcha por el Presidente Obama. Esto basta para provocar una recesión. Estos 350 mil millones de dólares saldrán de la economía de EE.UU. por lo menos al mismo ritmo y al mismo tiempo que serán inyectados 350 mil millones en la economía de EE.UU… Así que este plan de reimpulso será matemáticamente anulado por los precios del petróleo. La economía va a patinar. El dinero del reimpulso caerá en un pozo sin fondo. Sería mejor invertir directamente en la construcción de redes de transporte público. La mayoría de puestos de trabajo desaparecerán. La gente vivirá como cien años atrás. Y eso va a cambiar. Los empleos verdes no podrán colmarlo. Debido a que aún se inscriben en una sociedad con recursos del petróleo constantes. Así que tendremos que ser más pragmáticos : para proporcionar alimentos, techo, agua, lo vital. Los paseadores de perros ya no tendrán trabajo, los psicoterapeutas tampoco, la gente ya no podrá pagar sus servicios. La clase media no podrá soportar la caída del dólar. A menos que sean resilientes. Y habrá turbulencias sociales graves. Por ahora, el gobierno cubre aún las pensiones de los desempleados. Pero las primeras distribuciones de sopa boba tuvieron lugar en Sacramento (capital de California) por primera vez en la primavera de 2009. Psicológicamente, entramos en una nueva era : El que quiera comprar un barril de petróleo será el que me impida comprarlo. La crisis va a superar las políticas climáticas. Aunque la conciencia se está extendiendo por el mundo empresarial, que comienza a comprender el dilema, pero que no puede cambiar nada, porque está inscrita en el sistema del que son económicamente dependientes. Lo mismo pasa con los ecologistas, cuyas pensiones se encuentran en la bolsa. También tienen un interés en que el sistema siga. Además, el sistema de pensiones es muy nuevo, y desaparecerá porque sólo es possible en una sociedad rica que tiene acceso a una energía abundante y barata. Si se elimina la energía del sistema, la forma de organizar la sociedad va a cambiar del todo al todo. Todo el sistema está diseñado para crecer matemáticamente. Cuando se presta dinero, no se piden prestados los intereses. Por lo tanto, debemos encontrar dinero adicional para pagar el préstamo. El sistema está diseñado para siempre crecer aún más. Sólo puede ser interrumpido por un colapso, dice Andrew Angelantoni.

Atravesada por la falla geológica de San Andréas, que causó el terremoto y la destrucción de San Francisco en 1906, sufrió grandes incendios y sequías repetidas en los últimos tres años, California es un área donde se mezcla la psicología de los desastres y el optimismo tecnológico. Con base en Sebastopol, en la provincia de Sonoma, una transition town que participa en las políticas para reducir las emisiones de gases a efecto invernadero, el Post Carbon Institute reúne una red de economistas, biólogos y pensadores de la era post-petróleo. [
La vulnerabilidad de las empresas de crecimiento basado en combustibles fósiles está en el centro de la reflexión de este think tank, cuyo portavoz de los más eminentes es Richard Heinberg. Periodista, autor de varios libros, y jardinero en su casa de Santa Rosa, argumenta a favor del Power Down [Powerdown : Options and Actions for a Post-Carbon World, New society Publishers, 2004.]] que aboga por la necesidad de reducir deliberadamente el consumo de energía en lugar de sufrir las consecuencias de la escasez de combustible a bajo costo. Señala que debido a la recesión, los precios del petróleo, causaron un descenso en la motivación de las empresas de petróleo « para participar en la inversión para desarrollar nuevos yacimientos ». Así, durante estos últimos seis meses, más de cien mil millones de dólares han sido cancelados para nuevos proyectos petroleros. Esto significa que en los próximos cinco años, cuando haya un resurgimiento de la economía y un aumento de la demanda de petróleo, habrá menos petróleo en el mercado que si estas inversiones se hubieran hecho. Otra conclusión : los países que importan petróleo, como los Estados Unidos y Francia dependen de los países exportadores. Ahora, los exportadores se enfrentan a una creciente demanda interna, que responde a una prioridad, antes de vender el excedente en el mercado mundial. Por ejemplo, la demanda interna de petróleo de Arabia Saudita aumentó un 7% por año, ya que la demanda prácticamente se duplica cada diez años. Esto significa que la cantidad de petróleo disponible en el mercado de exportación podría disminuir muy rápidamente, incluso si la propia producción disminuye progresivamente. Irónicamente, lo que estamos presenciando hoy es la disminución de las emisiones de gases a efecto invernadero, y esto no se explica porque todos los países del mundo han llegado alrededor de una mesa a un acuerdo sobre un protocolo, sino simplemente porque la economía se derrumbó. Hubiera sido mejor este plan de reducción, si hubiéramos sido capaces de reducir nuestro consumo de combustibles fósiles, sin ser forzados por una crisis económica. Pero este no era el caso. Lamentablemente, la situación puede empeorar. Richard Heinberg no cree que haya una solución a la crisis económica. Vamos a la desaceleración en los próximos años, y esta desaceleración será tal que de ninguna manera podemos regresar y volver a una economía de alto crecimiento. Pero, lo que podemos hacer, sin embargo, es la reforma de nuestra economía para que pueda funcionar con mucho menos energía, lo que implica una mayor atención a los servicios de interés general, la educación , la salud, la cultura ... haciendo menos hincapié en el consumo, la producción industrial y todas las cosas que suelen ser consideradas como factores de crecimiento económico.

En una sociedad vulnerable como la de California, al igual que las sociedades industriales que dependen de los combustibles fósiles incluyendo el agotamiento del uranio, la prioridad es fortalecer la resiliencia y desarrollar estrategias de transición, Transition Towns, como lo defiende Rob Hopkins, [7], co-fundador del Transition Network del Reino Unido. Estamos a doscientos kilómetros al norte de San Francisco, en Willits, un pueblo de 13 500 habitantes ubicado en medio de paisaje de lomas poblado de secuoyas milenarios, en la provincia de Mendocino. Jason Bradford, ingeniero informático, biólogo de formación, viene todos los días para buscar su compost en el café de Mendonesian, un restaurante asociativo situado en las antiguas instalaciones de un banco de la única calle comercial en este Far West ecológico. En las paredes se pueden leer escritos anónimos "la libertad sobreviene cuando cada uno la plantea " y ver obras de artistas locales. Jason Bradford hubiera podido tener una carrera en la Silicon Valley, pero decidió dedicar su tiempo a poner en práctica sus creencias. Sus actividades son relocalizadas en hogares, jardines y un huerto donde cultiva sus propias semillas y plantas en suficiente cantidad para alimentar a su familia. El único coche familiar está estacionado fuera de la casa, mientras él recorre la ciudad en bicicleta, remolcando sus herramientas para su huerto, a menos de un kilómetro de su casa. Es el moderador de un Sitio Mundial de Información sobre localización de la energía y el post-petróleo,the Oil Drum, Jason Bradford participa en la vida local, da charlas y lidera la asociación WELL, Willits Economic LocaLisation, que promueve el surgimiento de la solidaridad local libre de la dependencia de los flujos mundiales. El documental emblemático, que cuestiona los límites de la urbanización horizontal, The End of Suburbia, se utiliza para iniciar el debate. Al contemplar su compost revitalizado por las lombrices de tierra, Jason piensa que se debe cambiar tanto el imaginario como el estilo de vida, para sustituir una adicción negativa con una adicción saludable, como la de cultivar un jardín y cuidar de los suelos esos gran olvidados de la inconciencia general : « California está sufriendo de la disociación cognitiva. » « Hemos construido nuestra sociedad sobre una enorme deuda ecológica que se paga con cierta ansiedad. Volver a componer lo que hemos destrozado debe ser nuestra ocupación principal ». Incluso pasar por una terapia de grupo, como lo preconiza The Story of Stuff, un documental de animación descargado más de cinco millones de veces, que denuncia el contexto de la sociedad de consumo. Como la economía actual está condenada a decrecer, hay que reemplazarla con algo viable. La inestabilidad financiera y la alza del costo del petróleo conducirá a la descentralización y la desglobalización. Y si antes se podía contar con los suministros procedentes de China y Taiwán, ya no se podrá en el futuro. Pequeños talleres locales y fábricas regionales pueden ser sorprendentemente productivas para elaborar lo que necesitamos para desarrollar sistemas sostenibles de alimentación, vivienda, energía y agua. Jason Bradford señala que las principales herramientas que usa no suelen encontrarse en las tiendas : "¿Cuándo has visto un motocultor con ruedas bajas ? ¿Sabes qué es ? ¿Y qué te parece una horca ancha, un taladro para sembrar ? Tuve muchas dificultades para conseguir y mantener el equipo que prevalecía en los Estados Unidos hace 60 años. ¿Puedes ir a una tienda en el centro de la ciudad y comprar una cocina solar o un remolque de carga para tu bici ? ¿Puedes ensayar una bicicleta eléctrica ? ¿Un constructor local está dispuesto a instalar en tu casa un sistema de recuperación de aguas de lluvia o de un pantano de filtrado de aguas grises para el riego de tu jardín ? ¿Existe un comerciante local de semillas que las prueba y empaqueta brotes adaptados a su biorregión ? Alguien prepara sopas o guisos a base exclusiva de ingredientes locales de temporada ?

Marilyn se presenta en la entrada de la huerta. Es espigadora y coordinadora estatal de de Grateful Gleaner, que es un grupo encargado de la recolección. Ha venido para limpiar el jardín y recoger frutas y hortalizas para su distribución en escuelas e instituciones de beneficencia de la ciudad, se dice convencida de la necesidad de reforzar la cohesión de la comunidad frente a las situaciones de emergencia. Qué extraño que las actividades que llamamos buenas sean causa de nuestra obesidad colectiva, obesidad que conduce a la insuficiencia de órganos vitales como el derretimiento del casquete polar, dice Jason Bradford. Las sociedades suelen tener momentos de locura. Usted mira la historia y se pregunta : "¿Pero, en qué estaban pensando ? " "¿Puede alguien dar un ejemplo de semejante engaño masivo en el pasado ? " Nuestras ilusiones de masa son extremadamente peligrosas. Nuestra sociedad está claramente en un estado de disociación cognitiva colectiva. "La disociación cognitiva es según la versión en Inglés de la Wikipedia : "un sentimiento de incomodidad causado por la coexistencia simultánea de dos ideas contradictorias. Las ideas o conocimientos pueden incluir actitudes y creencias, y también la conciencia de su propio comportamiento. La teoría de la disociación cognitiva sugiere que las personas están muy motivadas por reducir la disociación cambiando sus actitudes, creencias y comportamientos, o por justificar o racionalizar sus actitudes, creencias y comportamientos. "
Al este de la Bahía de San Francisco, la ciudad de Richmond es un suburbio de clase obrera de 103 000 habitantes, famoso por su alto índice de criminalidad, considerado uno de los más peligrosos en California. Sus astilleros abandonados ya no crean puestos de trabajo. En el puerto, la refinería de Chevron, la segunda en California con una capacidad de almacenamiento de 15 millones de barriles, deja escapar derivados tóxicos de cloro y dióxido de azufre. Los residentes locales sufren de asma, cientos de ciudadanos se movilizaron contra los planes para ampliar la refinería y reclaman por una justicia ambiental , como compensación por este eco-apartheid. Gayle Mac Loughlin, el alcalde de Richmond, se ha comprometido en devolverle su alma a esta ciudad. Cuenta en parte con el plan de recuperación del presidente Obama, el Stimulus Package, aprobado en febrero pasado. Richmond ya ha recibido unos subsidios de casi un millón de dólares en este marco, para financiar energías alternativas , la gestión de la energía, y la cubierta de los techos de los edificios municipales con paneles solares para empleos verdes a nivel local. Pero el municipio se torna principalmente hacia Chevon para mayor disgusto de algunos de los tenientes municipales, cercanos al grupo petrolero. En noviembre del 2008, después de una batalla política Homérica, una medida llamada « T medida » fue votada al 51% de la ciudad, sobre la base de un referendum ciudadano. Esta medida modifica el impuesto profesional de las industrias con el fin de que las industrias pesadas y contaminantes, del tipo de Chevron, que obtuvo 26 mil millones de beneficios en 2008, contribuya más que la tienda de comestibles de la esquina.
En las afueras de Richmond, y sus calles desiertas, circulan grupos de jóvenes desocupados, quizá serán los agricultores urbanos del futuro a través de la promoción de productos agrícolas con circuitos cortos. "Nuestros jardines comunitarios crecen alrededor de la ciudad, dijo Gayle Mac Loughlin. Incluso tenemos una asociación que promueve " un 5% local", una coalición de un 5% de los alimentos producidos localmente para limitar el impacto de los movimientos de mercancías. " Una filosofía que parece inventarse aquí, experimentalmente, y aunque la gran transformación de East Bay en un gigantesco corredor verde sigue latente, limitada por la disociación cognitiva.

*Periodista.

Traducción Y. de la Fuente


[1NdT : collapse = colapso. En inglés en el artículo original

[2NdT : programas anti-colapso. En inglés en el artículo original

[3El catabolismo es la degradación molecular de un organismo con producción de energía.

[4San Francisco Chronicle, 9 avril 2009

[5NdT : storytelling = narración

[6Conjunto de prácticas y modos de pensar para crear una producción agrícola que ahorre energía, respectuosa de los seres vivos y de sus relaciones recíprocas

[7The Transition Handbook. From oil dependency to local resilience, Greenbooks, Totnes, Grande Bretagne, 2008